lunes, 23 de septiembre de 2013

¡FUERA ESTRÉS! 7 maneras de desestresarte en un minuto


El estrés es el conjunto de reacciones fisiológicas que preparan el organismo para la acción. Si estas demandas del entorno o de uno mismo son continuadas, no permiten al cuerpo ni a la mente recuperarse y, es cuando se genera el estrés crónico. Resulta llamativo que el estrés crónico es una de las enfermedades psicológicas más extendidas en la sociedad occidental, y que sus efectos perniciosos provocan la aparición de otras enfermedades psíquicas y físicas, así como una gran cantidad de problemas personales y sociales. Es por tanto un asunto que no deberíamos tomarnos a broma. 

Uno de los efectos que se producen cuando estamos estresados es el hecho de sentirnos ansiosos. Para ello, os propongo las siguientes 7 formas de desestresarte en un minuto (¡o menos!):


1. Respirar profundamente. Tomar una respiración profunda es una de las cosas más sencillas y al alcance que tenemos. La forma más efectiva de respirar para relajarse es tomar menos aire del que se expulsa. Es decir, puedes coger aire por la nariz contando hasta cuatro, y soltarlo por la nariz o por la boca contando hasta ocho. Esto activa las endorfinas en tu cuerpo de manera inmediata. Y puedes repetirlo varias veces si lo necesitas.
2. Dar un grito. Cuando la tensión se acumula, dar un buen grito puede ser muy liberador. El único inconveniente es encontrar un lugar sin gente para hacerlo. Si no tienes opción de encontrar un lugar para hacerlo, prueba a romper un lápiz de madera.
3. Visualiza un lugar relajante. Las visualizaciones tienen un gran poder, pues son capaces de transportarnos a otro lugar con tan solo cerrar los ojos. Lo ideal es que primero practiques en un momento relajado cuál quieres que sean tus lugares de paz. Y así lo puedes utilizar cuando te haga falta.
4. Pon una música que te guste. Todos sabemos que la música nos cambio el estado emocional. Tener a manos una o varias canciones que nos ayuden a relajarnos y que nos traslade al estado deseado, no está de más.
5. Huele un aroma relajante. Puedes tener un frasco con alguna esencia relajante, como la lavanda, y olerlo cuando te sientas estresado. Si no tienes uno a mano, puedes también pelar una naranja pues el olor de los cítricos es también relajante. Pero hazlo lentamente y déjate embriagar por el aroma que desprende.
Acaricia a tu mascota. Si tienes ocasión de hacerlo, acaricia a tu mascota. Incluso si no te sientes estresado, como prevención, ya que el contacto con los animales es en sí mismo terapéutico.
7. Ordena tu escritorio. Si estás en tu lugar de trabajo, es posible que no tengas a disposición algunas de las alternativas mencionadas. Pero te será fácil ordenar un poco tu mesa de trabajo. Y eso tiene dos efectos positivos: el realizar una actividad diferente hace que el foco de atención cambie, y el tener el escritorio ordenado ayuda a sentir el entorno en orden.



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lunes, 2 de septiembre de 2013

SINDROME POST-VACACIONAL. Trucos para afrontar la vuelta al trabajo tras las vacaciones




Se termina el verano, y tanto grandes como pequeños deben enfrentarse a la vuelta al trabajo y a los estudios. Retomar las obligaciones no es tarea fácil. Ocurre que, de pronto, comenzamos a sentimos muy cansados, fatigados, tenemos dolores musculares, falta de apetito y de concentración, estamos irritables, apáticos, tristes, nerviosos... 

Esta serie de síntomas físicos y psicológicos a venido a denominarse como "síndrome post-vacacional", y hace referencia a lo que sería un Trastorno de Estrés Adaptativo, es decir, una no superación del periodo de adaptación entre nuestro periodo de ocio y descanso, y la vuelta al trabajo.

Pero no nos alarmemos: hay cura. Normalmente, el período en que sufrimos este síndrome oscila en torno a unos 10 días. Más o menos, es el tiempo en que tardamos en acostumbrarnos a una nueva rutina.

A continuación te ofrezco una serie de trucos y consejos para hacer frente a síndrome post-vacacional, donde la clave está en la prevención.


Trucos para afrontar la vuelta al trabajo

  • Fragmentar las vacaciones. Tomar 2 periodos de vacaciones de 15 días, o de 3 semanas y 1 semana, en lugar de 1 mes completo seguido.
  • Adelantar los días de regreso. No es aconsejable "venir la noche antes" de las vacaciones, y comenzar el trabajo el día siguiente. Lo ideal es adecuarnos al nuevo horario los últimos días de vacaciones, como acostarnos pronto y levantarnos más temprano.
  • Vuelve a mitad de la semana. Siempre es más llevadero enfrentarse a dos o tres días laborables que a toda una semana. Será más fácil para acostumbrarse a la nueva rutina.
  • Apoyo social. Retomar las actividades de ocio que teníamos compartidas con amigos y familiares antes de las vacaciones.
  • Piensa en tus próximas vacaciones. Recuerda que tus vacaciones no han acabado aquí. Tienes por delante fines de semana, puentes, fiestas, e incluso tu nuevo periodo de vacaciones. Puedes ir pensando que es lo próximo que vas a hacer.