lunes, 3 de junio de 2013

PSICOLOGÍA ESPACIAL. ¿Cómo nos puede afectar vivir en el espacio?


En los últimos meses hemos oído hablar de Mars One, la misión espacial que, en el año 2023, tiene como objetivo enviar a un grupo de personas a vivir al planeta Marte, en un viaje sin retorno (y para la cual, ya se han presentado más de mil personas en todo el mundo). Allí, el grupo deberá realizar la construcción del lugar donde vivirán, cultivarán jardines y realizarán experimentos científicos para la viabilidad de la vida en el planeta. Un lugar en el vivirán, procrearán y morirán. Aún parece ciencia ficción, pero cada vez está más cerca.

Sin bien, en los primeros viajes no se tenía muy en cuenta las condiciones psicosociales a las que estaban expuestas los astronautas, lo cierto es que actualmente las agencias espaciales cuentan con psicólogos para estudiar estas condiciones y planificar actuaciones de apoyo psicológico a los astronautas.

La Psicología Espacial, surge como una nueva línea de investigación en esta disciplina, con la intención de estudiar y dar respuesta a las condiciones extremas a las que se enfrentan los astronautas, y que afectan a su estado psicológico y emocional debido a, entre otros motivos, a la situación de aislamiento y confinamiento en el medio espacial.

Desde que se inicia un viaje al espacio, el astronauta es sometido a permanecer junto a sus compañeros de viaje durante un periodo prolongado de tiempo, en un espacio muy reducido, y sin prácticamente privacidad. A esto hay que sumarla la tensión que supone encontrarse a cientos de kilómetros de altura, ante un viaje incierto, y alejado de sus seres queridos.

Aspectos psicológicos y emocionales

Los astronautas se enfrentan a una serie de cambios emocionales, que van desde la euforia hasta la irritabilidad, el aburrimiento, la depresión y la fatiga, o incluso, alteraciones en la personalidad. Se pueden, además, dar casos de pensamiento suicida o psicótico. Los métodos que la tripulación utilice para combatir el estrés y estos cambios emocionales que se produzcan, son críticos para el éxito de la misión.

Con tal fin, los astronautas siguen un programa de actividades de esparcimiento variadas (ejercicio físico, cursos, lectura, tareas de investigación...) que combinan con su rutina de trabajo diario. Es importante tener momentos de ocio ya que, de otro modo, los astronautas se enfrentarían a 24 horas ininterrumpidas de trabajo. Así mismo, resulta conveniente que los astronautas estén formados en técnicas de resolución de conflictos personales, que se pueden producir durante la misión.


Psicólogos en la NASA 

Los problemas psicológicos de los astronautas se agravarán a medida que las misiones espaciales sean cada vez más ambiciosas, ya que a medida que se alejen de nuestro planeta, la soledad y las dificultades irán en aumento. La velocidad de la luz limita incluso la forma en que se establecen las comunicaciones con sus familiares. Por ejemplo, una llamada por radio a Marte, cuando está a 400 millones de kilómetros de nuestro planeta, demora unos 22 minutos en llegar, transformándose en algo mas parecido al envío de un correo electrónico que a una conversación telefónica. Es decir, si los astronautas encuentran un problema en Marte, tendrán que soportar unos 20 minutos de horrible espera hasta poder comunicarse con la Tierra....


“Las lecciones aprendidas en el pasado, la investigación en entornos con condiciones extremas, el entrenamiento, el condicionamiento y las contra-medidas para evitar el estrés psicológico, se encuentran entre las cuestiones que la NASA debe abordar para encarar la próxima era de la exploración espacial”, dice el psicólogo de la NASA, Marc Shepanek.



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