En numerosos momentos de nuestra vida, tenemos que enfrentarnos a conflictos personales, en los que tenemos dificultades para expresar una queja de forma correcta, y lo que tendemos es a emplear palabras malsonantes, levantar el tono de voz, o huir de la 'pelea', sin enfrentarnos al problema. Estas acciones no ayudan a resolver el conflicto sino que, peor aún, lo agravan.
Subiendo el tono de voz, haremos que la otra persona capte nuestra ira y no el mensaje; en la descalificación, la otra persona elevará su tensión y se sentirá atacada y poco dispuesta a escucharnos, mientras que si huimos de los conflictos, no conseguiremos que los demás cambien conductas que nos molestan y que nos pueden llegar a hacer daño.
La técnica del grano la encontramos en el Manual 'Tratando: Inestabilidad Emocional' de Soledad Santiago López (2006), y es una estrategia que nos permite darnos cuenta de que cambiar los 'sacos' que solemos lanzarnos en una discusión y que puede derribar a nuestro oponente, por granos que son más manejables y que nos pueden llevar a un entendimiento con la otra persona.
Cuando nos dejamos llevar por la ira, y le decimos a nuestra pareja, amigo, hermano, frases del tipo: "eres tonto", "nunca haces nada bien", "la culpa es tuya", "me tienes harto"... Este tipo de frases son 'sacos' con fuertes cargas emocionales, que pueden provocar en la otra persona una actitud defensiva y una respuesta de agresión: "eso lo serás tú", "tú si que eres una inútil"... Esto nos puede llevar a una 'guerra de sacos'.
Si analizamos el contenido de estas frases, pronto repararemos en que ninguna de las dos partes ha expresado realmente cuál es la causa de su malestar, por lo que no es posible iniciar una negociación, ni mucho menos, resolver el conflicto. La técnica que exponemos hoy, consistiría en 'abrir el saco y coger el grano', expresando correctamente la queja que tenemos sobre la otra persona. Es decir, cambiar la frase "nunca haces nada bien" por "esto que has hecho no me has gustado". De este modo, hacemos partícipe a la otra persona de nuestro malestar por una causa concreta. Así mismo, nuestra crítica no es hacia la persona, sino a una conducta específica.
Los pasos básicos para expresar una queja serían:
- Buscar el momento adecuado.
- Valorar a la persona (abrir el saco).
- Expresar la verdadera causa del enfado (sacar el grano). Implica especificar la conducta concreta que se quiere negociar o que ha provocado el malestar. Por ejemplo, en lugar de decir “eres un egoísta y no me ayudas en nada”, tendrías que concretar más y pedir cambios de conducta, y utilizar frases como: “me gustaría que pasáramos más tiempo juntos y que me ayudarás más en las tareas del hogar”.
- Explicar cómo te gustaría que sucediese la próxima vez (buscar soluciones).
- Negociar acuerdos entre los diferentes puntos de vista.
- Mantener una buena relación y continuar con una conversación agradable.
Si expresamos nuestra queja de forma adecuada, daremos un paso importante para resolver el conflicto. De este modo, dejaremos el camino abierto para que la otra persona escuche nuestra propuesta, evitaremos la guerra de sacos y habremos dado el primer paso para llegar a un acuerdo.
Referencia bibliográfica:
Santiago López, S. (2006). Tratando la inestabilidad emocional. Madrid: Pirámide.
Es como cuando se le dice a un niñ@, por ejemplo: no te estás portando bien. En realidad habría que decir lo que no está haciendo bien en concreto y cómo queremos que lo haga la próxima vez :)
ResponderEliminarAprender a mantener una discusión sana es una de las cosas que encontraremos más útil a lo largo de la vida. Así que muy interesante! :D
Bsito!
Claro, Elena, sea con adultos o con niños/as, la clave está en clarificar y especificar cual es nuestra queja. Si decimos algo general como "no me gustas como te comportas", no le estamos diciendo cuál es exactamente ese comportamiento que nos molesta.
EliminarGracias por tu aportación!!!
es muy útil la información, pero deberías contar que se requiere autocontrol, mucho diría yo, y también comprender que expresar la queja no necesariamente resultará en que la otra persona cambie su conducta, por lo menos no inmediato, será loable el solo hecho de escuchar.
ResponderEliminarGracias por tu aportación, Yudy. Como bien dices, lo importante es que la otra persona escuche, y a partir de ahí entienda cual es el motivo de la queja. Saludos!
EliminarY tambien que la comunicación sea correcta, ya que a veces la información se filtra mal y el grano se hace más grande ;)
ResponderEliminarCuando hay q un problema de conducta con alumna q pega y amenaza a sus compañeras y el autoridad del colegio no hace nada estando sabida q pasa dentro de la institución?
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