A petición popular, por los comentarios surgidos a partir del artículo que escribí sobre PERSPECTIVA DE GÉNERO Y PRINCESAS DISNEY, me dispongo a reflexionar hoy sobre las implicaciones que tienen los estereotipos de género en los Príncipes Disney, y en definitiva, en los hombres. Me apetece hacer esta reflexión especialmente ahora porque durante las fiestas navideñas, muchas cadenas de televisión aprovechan para programar sesiones de películas Disney, así que me parece el momento más adecuado para abordar este tema.
Si bien en el anterior post comentaba los valores (machistas) que trasmiten las Princesas Disney, esta vez me apetece analizar los estereotipos de género a los que están encadenados los "Príncipes". Entre estos estereotipos, destacan los siguientes:
- PODER, FUERZA Y LIDERAZGO: Los hombres ostentan el poder y son los líderes. Por un lado están los que provienen de sangre real, que ya parten de que son ricos y poderosos (cualquiera de los príncipes azules) o aquellos que con su actitud arrogante y desenfadada, se muestran como líderes (John Smith, Aladín). Los hombres tienen que ser exitosos.
- VALENTÍA. No dudan en ningún momento en lanzarse a luchar contra un dragón (Príncipe Felipe), una Hydra (Hércules) o contra un jaguar, en el caso de Tarzán (el rey de la jungla). Su valentía es notable. Son los hombres, y como tal, deben hacer honor a uno de sus rasgos fundamentales: su fortaleza. Un hombre no puede permitirse tener miedo ante nada ni nadie; existe una represión emocional en los personajes masculinos.
- RELACIONES SOCIALES. Los hombres de las películas de Disney no muestran interés en las relaciones interpersonales aunque, en su mayoría, están rodeados de otros camaradas, también hombres. Véase la tripulación del barco de John Smith o la del Príncipe Eric. Peor aún es el caso de las mujeres, cuyos únicos amigos son los animales (Cenicienta, Ariel), mobiliario de palacio (Bella) o, con suerte, tienen al menos una amiga a la que no hacen mucho caso (Pocahontas). Destacable es el caso de Blancanieves, quién tiene 7 amigos, enanos, a los que les hace la comida y les limpia la casa. Donde hay confianza....
- SALVADORES. Las mujeres son unas desdichadas, son débiles, y están desprotegidas. Ellos tienen la obligación y el deber de salvarlas, ya sea a punta de espada o con un beso de amor verdadero. Pero sea como sea, el hombre es quién salva a la mujer. Hay una dama que destaca aquí, y es Mulán, la valiente heroína china es la que salva a un hombre (su padre), pero para poder luchar en el campo de batalla se tiene que transvestir de varón.
- BELLEZA FÍSICA FEMENINA. Todos y cada uno de los hombres sucumben ante la belleza física de la mujer. Es más, ni tan siquiera tienen que oírla hablar para enamorarse de ella, como es el caso del Príncipe Felipe (La Bella Durmiente) o el Príncipe Eric (La Sirenita). Se trasmite el valor de que para enamorar a un hombre, basta con cultivar el cuerpo y no la inteligencia. Úrsula afirma esto cuando le dice a Ariel que "Hablando mucho, enfadas a los hombres. Se aburren y no dejas buen sabor [...]. Admirada tú serás, si calla siempre estás. Sujeta bien la lengua y triunfarás".
- EL MATRIMONIO. El fin último de toda proeza Disney, termina en boda. Les enseñamos a los niños que, cómo hombres, están obligados a no tener miedo y a tener éxito, para cumplir con otras de sus obligaciones: conseguir una buena esposa, y tener descendencia.
Esa es la imagen del hombre que trasmiten los Clásicos Disney, la imagen de lo que un hombre debe ser y cómo debe comportarse. La imagen de un hombre de la época en la que están hechas estas películas, cierto, pero que aún perdura estos retazos hoy día.
Hagamos un ejercicio práctico: Imagina a uno de estos hombres y alguna de estas mujeres, atemorizados por una criatura malvada. ¿Cuál te resultaría más creíble? ¿Cuál te resultaría más cómica? Posiblemente, te haya resultado más fácil pensar en la chica para la escena dramática de terror, mientras que un hombre cobarde resulte más difícil imaginarlo (más aún si es un Príncipe...). Incluso la escena de un hombre atemorizado la proyectarían como cómica y alguna música ridícula, porque no es lo correcto.
Para reflexionar...
Es nuestra labor, la de cada uno de los adultos con niños a su cargo, a quienes tenemos que enseñarles qué también les está permitido tener miedo, y que pueden llorar. Enseñarles y explicarles que estas conductas no son motivo de vergüenza. Que el hombre no es más fuerte que la mujer (ni más inteligente), y que la mayor parte del tiempo, son ellas quienes se dedican a salvarlos a ellos. Que hay muchas formas de triunfar en la vida y, desde luego, el matrimonio es una opción de vida, y no debe contemplarse como una meta.
Bibliografía:
Ramos Jiménez, I. (2009) DESMONTANDO A DISNEY. Hacia el cuento coeducativo. Consejería de Educación. Junta de Andalucía. [Formato PDF]
Me encanta, como no.
ResponderEliminarAhora que tenemos las dos caras de la moneda, se semejan mucho. Hay que enseñar a los niños a diferenciar con la realidad para evitar problemas cuando crezcan.
Fran, no había podido leer tu post hasta ahora y debo decir que me ha encantado.
ResponderEliminarSobretodo la reflexión final, ya que muchas personas no están familiarizadas con el hecho de ser críticas desde un punto de vista de género y hay que "ayudarlas" a darse cuenta de el otro lado de la realidad que no ven y, por supuesto, de la otra de la vida que se están perdiendo porque ni ellos mismos ni la sociedad les permiten ser como quizás les gustaría: cobardes cuando tienen miedo, expresar los sentimientos sin ser sentimentaloides o parecer unos blandengues, etc
Un 10! :D
El otro día, después de leer el primer artículo no vi este. Me alegra que lo hayas escrito.
ResponderEliminarNo voy a repetir lo que dije en el primero, simplemente enfatizar que tal como tu dices, es nuestra labor enseñarle a nuestros niños que su vida está llena de opciones y caminos, y (haciendo referencia a Disney), que los cuentos, cuentos son. Historias que te hacen soñar, reír o llorar (dicen que con la primera proyección de Blancanieves, acabó todo el cine a lágrima viva), o todo a la vez. Les tenemos que ayudar a quedarse con las cosas buenas y relativizar las "malas". El referente de un hombre valiente, exitoso, líder y que ayuda a los demás, no es un mal referente, lo que sí hemos de ayudarlos a levatarse cuando se caen, enseñarles los diversos puntos de vida del éxito y demostrarles que no es más valiente el que no tiene miedo, sino el que se digna a intentar superarlo.
Me parece excelente, sin embargo considero que es importante conservar ese rol fuerte y valiente en el hombre. Ese hombre que lucha por lo que quiere y que no se rinde ante la adversidad. Es cierto que no es saludable reprimir emociones en los niños, pero ese no es el verdadero sentido, sino que puedan buscar un sano equilibrio entre lo que sienten y lo que quieren lograr con gran valentía.
ResponderEliminar¿Y qué nos dice usted sobre las otras princesas Disney que no se ha molestado en nombrar en su artículo? Hago referencia a las princesas Rapunzel (Enredados), Tiana (Tiana y el sapo), Mérida (Brave), o Anna y Elsa (Frozen).
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