jueves, 14 de marzo de 2013

OBESIDAD. En qué consiste, y cómo podemos intervenir desde la Psicología



LA OBESIDAD es una enfermedad crónica de origen multifactorial (no están claros cuánto peso tienen los factores hereditarios y cuánto los ambientales), que se caracteriza por acumulación excesiva de grasa en el cuerpo. Este incremento anormal de grasa está asociado a numerosas enfermedades y a un incremento de la mortalidad.


Los principales tratamientos para rebajar y mantener el peso son:

  • Cirujía. Se utiliza sólo en casos muy severos y como último recurso. Implica un gran coste económico y un importante riesgo para la salud.
  • Fármacos. Tienden a reducir el apetito, pero sus efectos secundarios son muy nocivos. Están desaconsejados, porque cuando la persona deja de tormarlos, vuelve a recuperar su peso (incluso lo incrementa).
  • Dietas. Deben realizarse bajo control médico y después de hacer un estudio individualizado de cada caso.
  • Ejercicio Físico. Hay estudios que afirman que el ejercicio físico tienen a incrementar la actividad metabólica y, además, promueve un menor consumo de alimentos
  • Programas cognitivo-conductuales. El trabajo del profesional de la Psicología, implica el establecimiento de una dieta adecuada, fijación de hábitos alimentarios adecuados, propuesta de ejercicio físico, re-estructuración cognitiva (análisis y modificación de los pensamientos erróneos del paciente que le surgen durante el tratamiento e impiden su progreso), terapia de grupo (el apoyo de otras personas con el mismo problema ha resultado ser muy efectivo) y sesiones dedicadas al mantenimiento del peso (muy importante mantener el tratamiento durante mucho tiempo, no para perder más peso, sino para mantener dicha pérdida).

Algunos consejos para combatir la obesidad

Recomendaciones útiles que pueden evitar el aumento de peso:
  1. Comer despacio. Un truco es dejar los cubiertos sobre la mesa mientras se mastica.
  2. Comer sólo un tipo de comida a la vez. Evita los platos combinados.
  3. Servir la comida en la cocina. No llevar la fuente a la mesa.
  4. Utilizar platos y cubiertos pequeños.
  5. Cortar la comida en trozos pequeños.
  6. No comer nunca con prisas, de pie o caminando.
  7. Evita la comida preparada.
  8. No cocines con hambre. Prepara el almuerzo después del desayuno, y la cena después del almuerzo.
  9. Haz la compra después de comer. Así podrás resistir la tentación de adquirir alimentos calóricos.
  10. Haz la lista de la compra con antelación y cíñete a ella.
  11. Evita el alcohol en las comidas, por ser calórico y disminuir el autocontrol.
  12. Come algo de pocas calorías antes de salir a una cena o una fiesta, para equilibrar la ingesta calórica de esa noche.

No es fácil perder peso, pero una fuerte determinación y la ayuda y apoyo de los profesionales pueden ser tus armas para enfrentarte a esta ardua tarea. Ganaras en salud y te sentirás mejor contigo mismo/a.

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