Ante el panorama económico y el mercado laboral actual, son frecuentes los sentimientos de apatía, frustración, desmotivación y, en algunos casos, desesperación. Comentar "lo mal que van las cosas", tanto con el país, como sobre uno mismo, está a la orden del día. Durante los últimos años, hemos aprendido a perder la ilusión y a asimilar que no vamos a encontrar un trabajo o que no se van a cumplir nuestras metas. Pero esto es algo que tiene que cambiar.
Con el nuevo año solemos hacernos unos propósitos para cambiar el estilo de vida que llevábamos hasta ahora: unos optan por perder peso (apuntarse al gimnasio, hacer dieta...), otros por abandonar malos hábitos (fumar), hay quien decide aprender idiomas... Yo os propongo este propósito de año nuevo: PENSAR EN POSITIVO.
¿En qué consiste y qué beneficios aporta 'pensar en positivo'?
Pensar en positivo es alejarnos del pesimismo social en el que estamos inmersos, es cargarnos de pensamientos e ideas optimistas y, os aseguro, que ese 'buen rollo' se trasmite a los demás. Y sea a nuestra familia, amigos, o a nuestro interlocutor en una entrevista de trabajo. Ser optimistas nos aporta confianza y seguridad en nosotros mismos, así cómo en nuestra valía personal, y nos trasmite esperanza sobre un futuro más esperanzador.
¿Cómo puedo pensar en positivo?
Estos son algunos de los pasos que te pueden ayudar a cambiar tus pensamientos:
1. Toma la decisión de pensar por ti mismo y de controlar tu actitud. Tenemos que sobreponernos a la negatividad que existe a nuestro alrededor. Piensa en lo que puedes hacer el día de hoy y la forma en que reaccionarás, en lugar de dejar que las situaciones u otras personas gobiernen tu manera de pensar y sentir.
2. Relaciónate con personas que puedan contribuir con cosas positivas. Evita las personas que te desaniman. Si no los puedes evitar o no quieres evitarlos, aprende a evitar que te desmoralicen.
3. Comienza a decirte a ti mismo cosas positivas. La manera en que te comunicas contigo mismo afecta tus pensamientos, emociones y autoestima.
4. Prueba nuevas cosas. La vida tiene mucho que ofrecer. Trata de elegir siempre lo mismo, es el momento de experimentar cosas nuevas.
5. Márcate pequeñas metas cada día. Mantente ocupado trabajando por lograr esas metas. Cuando logres una meta, te sentirás inspirado a seguir adelante. Con cada meta que logres, sin importar su tamaño, ganarás seguridad en ti mismo y tu autoestima se elevará.
6. Cambia las imágenes mentales de tu mente. La forma en que te ves a ti mismo y a tu medio ambiente impacta directamente en tu pensamiento. Estás visualizando o imaginando algo a cada momento. Comienza a cambiar tus imágenes mentales negativas y sustitúyelas por imágenes de situaciones que deseas experimentar.
7. Comienza a cuestionar tu conducta y tu actitud. Pregúntate por qué estás resistiéndote o produciendo los hábitos o actitudes que no te gustan. Detente a ti mismo cuando te sorprendas en una circunstancia que te provoque dudas o negatividad.
8. Descanso. Tómate pequeñas pausas en este proceso que puede ser largo, para volver a retomarlo con más ganas. Hay que desconectar y que nuestra meta, no se convierta en una obsesión.
Sobra decir que una actitud optimista, con pensamiento positivo, no te hará encontrar encontrar más rápidamente un trabajo o alcanzar la meta que te hayas propuesto, pero estoy seguro que será una buena compañía en tu búsqueda de empleo, y no te desanimará en la ardua tarea a la que te tienes que enfrentar.
En tu mente tienes el objetivo final, y aquí tienes las herramientas para tener una actitud positiva. Ahora es el momento de que las pongas en práctica. Este año tiene que ser tu año.
En tu mente tienes el objetivo final, y aquí tienes las herramientas para tener una actitud positiva. Ahora es el momento de que las pongas en práctica. Este año tiene que ser tu año.
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